Oraciones a Jesús de la Buena Esperanza

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Les comparto  las oraciones para que les sea de ayuda si están pasando por momentos de desesperanza.

Oraciones a Jesús de la Buena Esperanza

( Código Sagrado Agesta 306)

ORACIÓN PARA ANTES DE CUALQUIER ASUNTO IMPORTANTE.

 

Jesús de la Buena Esperanza, Dios sapientísimo, árbitro supremo de todas las cosas y conocedor de todos los acontecimientos del hombre; un asunto importante vengo a colocar a vuestros pies, para que lo bendigáis y santifiquéis, con el deseo, Señor, de agradaros y os pido que, si ha de ser para vuestra mayor gloria y bien mío, derraméis sobre el abundantes gracias y si no, dadme luz para conocer vuestra santa voluntad, pues no quiero ofenderos, pero si hacer en todo lo que Vos queráis.  Sois, buen Jesús, mi esperanza, sed mi sostén y mi guía.  Amén.

 

Novena al señor de la Buena Esperanza

 

Acto de Contrición, para todos los días.

 

Al considerar, oh Dios y Señor mío, vuestra grandeza infinita y vuestras infinitas perfecciones y la inexplicable ceguedad con que os he ofendido, me duele y arrepiento hasta lo más infinito del alma y humildemente os pido perdón.

 

Si de una parte mirase solo los inmensos beneficios de que me habéis colmado y me colmas a cada instante y de otro, mi loca y grande ingratitud, no podría sino temblar ante vuestra augusta Majestad; pero mi Dios, al arrodillarme en vuestra presencia, os ofrezco en satisfacción de mis pecados los méritos infinitos de Jesús vuestro Hijo.  Por mi padeció, por mi fue crucificado y derramó hasta la última gota de su preciosísima sangre; es mi Redentor y mi Padre y Vos habéis aceptado su mediación y mi rescate.

El me llama, me dice que confié y bajo la Dulcísima advocación del Señor de la Buena Esperanza, se presenta ante Vos como divino fiador.  Perdonadme, pues, oh Dios mío y fortaleced mi alma, para no volver a ofenderos. Amén.

 

DIA PRIMERO

 

Amabilísimo Jesús, que por mi amor os dignasteis vivir en la tierra 33 años, a fin de dejarme en toda circunstancia divinos ejemplos; concluir vuestra obra y fortalecedme para que sepa aprovechar esas preciosísimas lecciones.  Que tenga siempre a la vista vuestras obras como altísimos ejemplos que debo empeñarme en imitar en todas mis actuaciones; que la mediación constante en vuestra vida sea la reforma y la satisfacción de la mía.  Así tendré la dicha de haberos servido en la tierra y de ir a daros gracias en la eternidad. Amén.

 

SUPLICA AL SEÑOR DE LA BUENA ESPERANZA

 

Oración final para todos los días

Oh Jesús de la Buena Esperanza, amabilísimo Redentor de nuestras almas. Señor de los cielos y tierra, vengo a vos atraído por vuestro paternal amor. ¿Quién, sino Vos podrás, curar mis dolencias? Me acerco pues a vuestro santo templo como a la piscina de vuestras bondades; favorecedme con vuestros auxilios; purificadme con una mirada, como lo hiciste con Pedro, cabeza de la Iglesia; sanadme de las mortales heridas que el pecado ha causado en mi pobre alma.  Yo bien sé, oh Jesús de la Buena Esperanza, mi Señor y mi bien, que todos los que os han solicitado favores ante vuestra imagen, han sido socorridas; no hay, oh Jesús de la Buena Esperanza, mi señor y mi bien una sola que no haya experimentado vuestras misericordias.  Y por que he de salir desconsolado de las súplicas que hago.  Lleno de la mayor confianza os pido, señor, dirijáis una mirada compasiva sobre vuestra Iglesia: miradla, Señor, tan perseguida por tantas impiedades que se han levantado contra ella.  Oíd la súplica que en particular os hacen estos vuestros

Hijos, dad descanso a las almas del purgatorio especialmente a las que han sido más devotas del precio de vuestra redención y de los dolores de vuestra Santísima Madre María. Amén.

Jesús de la Buena Esperanza: Ten misericordia de nosotros.

 

DIA SEGUNDO

 

Humildísimo Jesús, que al venir al mundo, despreciando cuanto los hombres ambicionan, quisisteis nacer en un pobre y abandonado pesebre; dad luz a mi alma para que descubras las sublimes enseñanzas de la gruta de Belén.  Para que aprenda a buscar la grandeza y la felicidad, no en lo que el mundo llama grande, ni en los deleites y placeres, sino en Vos. Muéveme a ser humilde vuestra humildad inefable, a pisotear las riquezas, a amar la pobreza absoluta en que naciste y a buscar lejos del aplauso de los hombres las únicas alabanzas verdaderas, las, que, al anunciar vuestro nacimiento entonaron los ángeles cantando; “Gloria a Dios en las alturas” y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Amén.

 

DIA TERCERO

 

Jesús mío, divino modelo; dadme gracias para consideraros en vuestro retiro de Nazaret. Venias a convertir al mundo y pasasteis treinta años oculto, lejos de el.  La sabiduría de los hombres hablan llamando locura lo que hacías con divina sabiduría.  Me mostrabais que para nada debo guardarme por el respeto humano, que debo pisotearlo y para mis acciones, inspirarme solo en vuestras divinas enseñanzas. Que me separe por Vos, o Jesús mió, del mundo, de sus pompas y vanidades y de sus perniciosas doctrinas. Que consiga formar en el fondo de mi corazón, escondido retrato, dulce soledad, en donde solo Vos seáis  escuchados, obedecido y tiernamente armado. Amén.

 

DIA CUARTO

 

Quisiera hoy Jesús mío, consideraros n el desierto, preparándoos para la vida pública con cuarenta días de soledad y de ayuno.  Me enseñáis con vuestro ejemplo que la mortificación de los sentidos y la penitencia, ayudada de la gracia.

Comunican al alma fuerzas para vencer; que allí debe ir el cristiano a prepararse para la lucha y la victoria.

Haced Señor, que no lo olvide. Dominare así el peor de mis enemigos; mi propia carne, y siguiendo las huellas que me habéis trazado, tendré al fin la dicha de ir a haceros compañía en la eterna bienaventuranza. Amén.

 

DIA QUINTO

 

Ay, cuándo tengo que mirar y agradecer, Jesús Dios mío, en los treinta y tres años de vuestra vida pública. En las dudas, en las aflicciones y angustias, con echar en ella una mirada, encuentro luz divina, inefable consuelo y guía segura. Así como entonces pasasteis por doquiera haciendo el bien y nunca quedo desconsolado quien a Vos acudió, así ahora prodigáis vuestros beneficios sobre cuantos, mediante vuestra vida, se empeñan en no ser ingratos.  Contadme, Señor, en ese número; desde lo intimo de mi alma os agradezco vuestro amor infinito y os pido fuerzas para corresponderos con generosidad. Amen.

 

DIA SEXTO

 

Cuando os considero, oh dulce Jesús, en la tremenda oración del Huerto, cuando pienso que vuestra angustia llego al punto de que copioso sudor de vuestra preciosísima sangre bañase la tierra, desde ese instante sacrificado, no puede menos que estremecerse el recuerdo de mis culpas.  Ellas fueron, señor, las que tan amargo hicieron el cáliz que por mi apurasteis. Pero, mi Dios, infinitamente mayor que la gravedad de mis pecados, es el merito de vuestra sangre divina.  Por ella os pido perdón y misericordia; por ella os pido la gracia para cumplir hasta la muerte el propósito que hago de amaros con todo mi corazón. Amén.

 

DIA SEPTIMO

 

En esta venerada Imagen os veo, mi buen Jesús, revestido de las insignias de la pasión, sacrosanta. Al cuello lleváis la soga con que miles de sayones os ataron y arrastraron cruelísimos;

Y ello recuerda también la afrentosa  inhumana flagelación; adorna vuestra sienes la corona de espinas que la traspaso en atroz suplicio; una de las manos tiene la caña que, como a rey de burlas, os pusieron, oh Señor de mi alma, Rey del cielo y de la tierra, la otra en fin, muestra la cruz, instrumento de vuestro suplicio y de mi redención.  Que recuerde yo estas cosas al contemplar vuestra sagrada imagen, para nunca olvidar hasta que extremo os ha llevado el amor y para empeñarme en mostraros mi gratitud. Amén.

 

DIA OCTAVO

 

Vencedor del infierno, cuyo poder destruiste con vuestra sangre preciosísima, vencedor del mundo cuyas falsas máximas y engañosas doctrinas confundisteis, vencedor de la muerte resucitasteis,, Jesús mío, por vuestra propia virtud.  Estas tres victorias son el fundamento de mi vida y mi esperanza, pues la obtuvisteis para librarme del infierno, para que pueda dominar mis pasiones.

Bendito seáis, Señor, por vuestra infinita misericordia.  Los Ángeles que publican vuestro triunfo y los santos que en él se gozan, alaben por mi vuestra magnificencia y bondad. Amén.

 

DIA NOVENO

 

Colocado a la diestra de Dios Padre, no dejéis nunca, Señor, de favorecer a los que en esta vida de prueba y de lucha corren en peligro de ser vencidos.  Medianero entre Dios y los hombres, presentáis vuestras llagas, vuestra sangre, vuestro padecimiento, para alcanzar el perdón de los pecados. En verdad sois mi esperanza, pues a más de ser intercesor en el cielo, me preparáis como hijo, trono inmortal.  En Vos confió; dadme gracia para vivir en la tierra de modo que logre ir a ocupar ese trono y a cantar por la eternidad vuestras alabanzas en el cielo. Amén.

 

ORACION A JESUS DE LA BUENA ESPERANZA

 

Para hacerla 33 días, en honor a los 33 años de vida de nuestro Señor Jesucristo y obtener, por medio de ella, una gracia especial.

 

Oh Jesús mío Nazareno, brazo fuerte y protector mío. No me abandones en tal apurado trance. Padre mío, protege y ampara esta alma abatida y desesperada. No desoigas, Jesús mío, las suplicas de este corazón afligido y lleno de amor hacia Ti, que eres mi único Padre y Protector. Mis suplicas llenas de amor no pueden menos de llegar a Ti que eres brazo fuerte y poderoso que todo lo puedes. Jesús mío, Jesús de mi alma, Jesús sacrificado, espejo de luz.  Ven a mí con tu Corona de espinas, con tu Costado abierto, con tu soga a Garganta y Cintura, Jesús mío, que tus ojos vean y tus oídos oigan lo que te pido (Tres veces).

 

Se rezan tres Credos y se hace la petición. Un Padrenuestro por las almas del Purgatorio.

 

PLEGARIA SIMPLE PARA OBTENER LA PAZ

Señor: hazme un instrumento de  paz; Que donde quiera que haya odio, Siembre yo amor;

Donde haya injuria, perdón, Donde haya duda, fe; Donde haya desesperación, esperanza;

Donde haya oscuridad, luz; Y donde haya tristeza, alegría; ¡Oh, Divino maestro!

Concédeme que no busque ser consolado, Sino consolar. Que no busque ser comprendido,

Sino comprender; Que no busque ser amado, sino amar.

Porque dando recibo. Perdonando, es como tú me perdonas. Y muriendo es ti, nazco para la vida eterna!

San Francisco de Asís

 

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Acerca del autor

Neuly

Astróloga, Tarotista, Maestra Reiki, Sanadora Angélica, Asesora de Feng Shui y Astrología China, Terapeuta de limpieza de energías negativas y liberación de Implantes Espirituales, Terapeuta de Flores de Bach. Para Consultas escribanme a magiaangelica@hotmail.com o neuly.garcia@magiaangelica.com.ve

Por Neuly

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