El arcángel Zadquiel es “la justicia de Dios”. También se le conoce como Zadkiel, Hesediel, Zadakiel, Zedekiel, Zedekul, Sachiel y Tzadqiel. En hebreo, su nombre se escribe צדקיאל.

Por ser la “justicia de Dios” es también el ángel de la benevolencia y la misericordia. Es el arcángel de la libertad, que le recuerda al ser humano que tiene libre albedrío para actuar y tomar decisiones propias. Al igual que Dios es infinitamente justo, Zadquiel representa la capacidad divina del perdón.

Las cualidades o virtudes que se le adjudican son: Benevolencia, Misericordia, Perdón, Transmutación, Liberación, de la Memoria, el Recuerdo, de las tradiciones, de la Magia y de la Alquimia.

Su misión es traernos la Libertad; su luz violeta nos trae una energía con vibración muy elevada capaz de transmutar lo negativo en positivo liberándonos de ello y consiguiendo así que se manifieste en el Ser el perdón, la compasión y la misericordia, llevando al ser a su estado de armonía, alegría, equilibrio físico, mental y emocional.

Ayuda al ser humano a liberar cualquier sentimiento, pensamiento o situación que le bloquee, a perdonarnos y perdonar a los demás, pues sólo así conseguiremos liberarnos, vivir con alegría y justicia.

Las experiencias negativas nos estancan y nos hacen seguir en un círculo vicioso, si no te perdonas y perdonas personas o situaciones seguirás en el mismo lugar, repitiendo experiencias con diferentes personas. La acción a realizar es liberarnos de estos bloqueos y el Arcángel Zadkiel nos ayuda con su luz violeta a ser libres de odios, rencores, inseguridades y miedos, encontrando nuestra verdad, reconociéndola aceptándola y transmutando todo lo negativo.

Ritual para solicitar la asistencia del Arcángel Zadquiel.

Hacemos una limpieza espiritual, un baño de sal sería ideal, un sábado entre las  2.00 am, las 9.00am  o  entre las 4.00pm o las 11.00pm

Colocamos un altarcito  preferiblemente con un mantelito blanco.

Escribiremos  a lápiz y en hoja de papel  blanco lo siguiente:

-Encabezamiento. Amado Arcángel Zadquiel, yo (nuestro nombre y apellidos completos), me dirijo a ti para que me ayudes a transmutar…

-Escribimos con detalle la situación que queremos liberar y sanar incluyendo los nombres y apellidos de las personas relacionadas con la situación en cuestión, sea laboral, familiar, sentimental, de amistades….

-Finalmente agradecemos su asistencia con humildad y de corazón y firmamos con nuestra firma habitual.

En el centro del altar colocaremos un plato blanco, a un lado un vaso con agua limpia y al otro un vaso con sal gruesa.

Sobre el plato pondremos el papel de la petición con la parte escrita  mirando hacia arriba.

Encenderemos una vela  violeta con un fosforo  (cerillo) de madera. Si es necesario la sujetaremos al papel dejando caer dos o tres gotitas de cera.

Por delante de la vela  encenderemos un incienso de sándalo, ruda, mirra.

Meditaremos unos minutos delante del altar, sobre la petición que hemos hecho  y con la confianza de que nos  será concedida, y dejaremos que se vaya consumiendo.

Cuando quede muy poca vela, unos cuatro centímetros, cogeremos el papel con cuidado y lo acercaremos a su llama hasta que se queme, no es necesario que se queme completamente.  Y dejaremos que la vela se acabe de consumir.

Después la sal y el agua se tiran a un sitio por el que corra el agua puede ser en el lavamanos  por ejemplo, y si quedan restos de la vela se envuelven en un papel de cocina y se tiran  a la basura.

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