
Cassiel, su nombre significa en Hebreo «Dios es mi Ira», tambien se le conoce como “velocidad de Dios” o “conocer a Dios”. Príncipe de las Potestades
Mejor conocido como el ángel de la templanza, el arcángel del silencio, de la soledad y de las lágrimas; él entiende nuestro dolor, ese sufrimiento e impulso que nos lleva a alejarnos de todo y de todos, pues según se dice, vivió mucho tiempo entre los hombres hasta que no pudo más con tanta desolación e injusticia, marchándose para regresar al cielo y optar por el retiro voluntario; podría decirse que es un arcángel ermitaño, quien no se asocia ni trabaja con otros, señor del karma, encargado de la protección y justicia divina por lo que es quien trae y manifiesta una pronta respuesta a nuestras plegarias cuando se hacen desde el corazón.
Se le pueden colocar violetas o lirios blancos y su color asociado es gris por lo que se le pueden encender velas de este color.
Oración al Arcángel Cassiel.
Dios Altísimo, fuente eterna de amor y justicia,
humildemente me acerco a Ti en busca de Tu infinita misericordia.
En Tu divina bondad, te pido que envíes al Arcángel Cassiel,
guardián de la paciencia y la sabiduría,
para que con su luz me acompañe en los momentos de silencio y reflexión.
Que su presencia serena me ayude a aceptar los ciclos de la vida,
a comprender la lección de cada espera,
y a recibir con paz y claridad el propósito que has trazado para mí.
Que en su guía encuentre fortaleza para perseverar,
y confianza en que todo sucede según Tu voluntad perfecta.
Te agradezco, Padre Celestial, por enviar al Arcángel Cassiel,
por cubrirme con su manto de prudencia y discernimiento,
por enseñarme que en la calma también reside Tu voz.
Gracias por la certeza de que, incluso en la quietud,
Tú siempre estás obrando en mi vida.
Amén.