El Karma

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El karma no es más que la aplicación de la Ley de Causa y Efecto: «lo que siembras cosechas», «lo que das a los demás (bueno o malo) regresa a ti multiplicado», «por muy lejos que lances el boomerang, siempre regresa a tu mano»…

La palabra karma significa «acción» y se refiere principalmente a nuestras acciones físicas, verbales y mentales. Es decir, lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos crean karma.

Esta ley establece que nuestras acciones físicas, verbales y mentales son causas, y nuestras experiencias son sus efectos.
Nuestras propias acciones; del cuerpo, el habla y la mente, crean las experiencias de nuestra vida.

Lo que de verdad determina la naturaleza de cualquier acción, positiva o negativa, es la motivación subyacente.

La ley del karma enseña por qué cada individuo posee una disposición mental, una apariencia física y unas experiencias únicas.
Éstos son los efectos de las incontables acciones que cada uno ha realizado en el pasado.

Puesto que no hay dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas, nadie puede tener los mismos estados mentales, experiencias y apariencia física que otro. Cada ser posee su propio karma individual.

Algunas personas disfrutan de buena salud y otras sufren enfermedades sin cesar. Unas tienen un físico atractivo y otras no. Algunas siempre están alegres y se conforman con poco, mientras que otras suelen estar de mal humor y nunca están satisfechas.

Karma significa acción. Las acciones que efectuamos dejan huellas o impresiones en nuestra mente que, con el tiempo, producen sus correspondientes resultados. Por lo tanto, por cada acción que hacemos, tanto positiva como negativa, recibiremos los efectos de la misma. Ley de causa y efecto en acción.

Nuestra mente es comparable a un campo de siembra, y las acciones que cometemos, a las semillas que en él se plantan. Desde que se realiza la acción original hasta que maduran sus consecuencias, pueden transcurrir varias vidas.

Como resultado de nuestras acciones o karma, renacemos en este mundo impuro y contaminado donde tenemos problemas y dificultades. Nuestras acciones son impuras porque nuestra mente está contaminada por el veneno interno del apego propio. El apego al Yo.

Esta es la razón principal por la que experimentamos sufrimiento. Éste es producido por nuestras propias acciones o karma y no es un castigo impuesto por nadie.

Se dice que sufrimos porque hemos cometido numerosas acciones perjudiciales en vidas pasadas. El origen de estas malas acciones son nuestras propias perturbaciones mentales, como por ejemplo  el odio y el apego.

Cuando hayamos eliminado de nuestra mente el apego y demás engaños, nuestras acciones serán positivas. Como resultado de estas acciones, nuestras experiencias, nuestro mundo, cuerpo y los seres que nos rodean, también serán positivos. No quedará ni el menor rastro de sufrimiento ni dificultades y de esta manera, encontraremos la verdadera felicidad en nuestra mente.

El Karma es un gran maestro, pues nos ayuda a tomar conciencia de las acciones que cometemos. Como actúa en forma de experiencias, tendremos que experimentar los efectos de nuestras propias acciones.

Si hemos hecho acciones negativas, experimentaremos sufrimiento. Si hemos hecho acciones positivas, experimentaremos felicidad.

Así cada uno de nosotros es el responsable de las cosas que le suceden en su vida… y no olvides: lo que siembras cosechas!

Acerca del autor

Neuly

Astróloga, Tarotista, Maestra Reiki, Sanadora Angélica, Asesora de Feng Shui y Astrología China, Terapeuta de limpieza de energías negativas y liberación de Implantes Espirituales, Terapeuta de Flores de Bach. Para Consultas escribanme a magiaangelica@hotmail.com o neuly.garcia@magiaangelica.com.ve

Por Neuly

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